LA HISTORIA DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO.
Antecedentes.
En la Nueva España las cosas parecían ir de la mejor manera y no era para menos pensar esto. Las arcas de México se encontraban abundantes y financiaban tanto los gobiernos de otras colonias españolas, así como la construcción de palacios y campañas militares en la propia España. Las ciudades de México tenían un desarrollo mayor que cualquier otra colonia en América. Pero hasta ahí podía ir la alegría ya que existía una profunda y marcada desigualdad social entre los habitantes de la Nueva España.
Para el siglo XVIII la población estaba conformada por un 40% de Indígenas, otro 40% de mestizos y mulatos incluyendo todas las generaciones intermedias y solo un 20% de blancos (europeos y americanos) Los dos primeros grupos sociales componían la población inculta, pobre y explotada, sectores completamente desplazados de toda participación en el gobierno general y la economía del virreinato. El 20% de blancos controlaban todo el poder llevándose casi la totalidad de las ganancias que generaba la colonia. A pesar de esto este grupo estaba dividido en dos bandos "peninsulares" y "criollos", es decir europeos y americanos. Esta diferencia comenzó desde iniciada la colonia en México y creo un defecto que se profundizo durante 200 años. Al iniciar el siglo XIX la grieta había separado al país en dos bandos el realista (españoles) y el insurgente (criollos), los que arrastraron tras de ellos al resto de los núcleos sociales.
Españoles
Criollos
Indios
Esta división se generaba de quien tenia más derecho a gobernar y dirigir la sociedad, por una parte los españoles consideraban que ellos tenían todo el derecho del poder por ser los conquistadores y dueños directos de las colonias, ante lo cual no podían permitir que los criollos los cuales habían nacido en las Indias (América) y por lo tanto inferiores tomaran el poder. En el otro lado los criollos, cansados de seguir bajo el control de la corona española la cual se encontraba muy lejos para poder solucionar adecuadamente los problemas de la Nueva España, consideraban que a ellos les correspondía dirigir el camino político y social de la Nueva España.
Cae la Monarquía en España.
En junio de 1808 llegó a México la noticia de la renuncia de los reyes españoles en favor de José Bonaparte. Tanto españoles como criollos se negaron a reconocer a Bonaparte, pero los criollos vieron la oportunidad de hacer a la colonia independiente con el pretexto de guardar el reino para el rey Fernando VII. Francisco Primo Verdad y Ramos y Juan Francisco Azcárate encabezados por Fray Melchor de Talamantes piden que se tengan por nulas las renuncias echas por los reyes de España, argumentando que ante la falta de reyes la soberanía había vuelto al pueblo y por lo tanto había la necesidad de crear un gobierno temporal apoyado por el pueblo, Primo Verdad y Ramos termino su
propuesta pidiendo al virrey y a la junta del ayuntamiento que juraran por el rey de España y de la Indias Fernando VII. Iturrigaray entonces virrey apoyo la propuesta de crear por los votos de los ayuntamientos de la Nueva España, una Junta Suprema de México en donde él dirigiría conservando la soberanía mientras Fernando VII estuviera preso. Los españoles realistas vieron esto como un paso que conduciría hacia la liberación política total y tenían que impedirlo. El 15 de septiembre dirigidos por Gabriel Yermo unos 300 españoles entraron al palacio y tomaron preso al virrey y a sus asesores. A partir de ese momento instauraron un gobierno militar cerrado a cualquier cambio. Primo Verdad y Ramos uno de los criollos más renombrados de la junta del ayuntamiento fue tomado preso y luego muerto como ejemplo de lo que les esperaba a los que intentaran promover un cambio en el orden del poder del virreinato. Esto no intimidó ni asustó a los grupos opositores a los realistas, todo lo contrario los motivó a juntarse y planear algo para tomarse el poder a cualquier precio.
La Conspiración.
A fines de 1809 es descubierta una conspiración en Valladolid que intentaba derrocar al régimen militar de los peninsulares, en ella es invitado a participar Don Miguel Hidalgo Costilla un cura criollo de gran carisma que por sus ideas es enviado al curato de Dolores desde el cual sigue buscando gente con sus mismas inquietudes entre las cuales estaba el ser miembro importante de alguna conspiración para derrocar al régimen. No se une a la conspiración de Valladolid porque observa su inmadurez y sus pocas posibilidades de éxito.
Su oportunidad surge entre un grupo de criollos de la ciudad de Querétaro que son protegidos por el corregidor de esta ciudad Miguel Domínguez y sobre todo por su esposa Doña Josefa Ortiz de Domínguez. Este grupo es impulsado por un grupo de militares Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo, Joaquín Arias y otros. Allende es el principal promotor de la conspiración, un hombre impulsivo quien deseaba dirigir la operación pero en forma de un movimiento de la clase media criolla conducida por militares. La conspiración de Valladolid demostró
que no bastaba con el apoyo de los criollos, que necesitaban al pueblo si es que esperaban tener alguna oportunidad de éxito en su aventura. Esto a la vez
los hacia dudar ya que en el fondo eran clasistas. Había que mover al pueblo, las masas y para ello necesitaban a alguien de gran carisma y prestigio de modo que pudiera ser oído y aplaudido por la muchedumbre. Por tal razón y con pesar de Allende se llamo a Hidalgo.
Las reuniones de este grupo de conspiradores se realizaban en la casa del cura José María Sánchez a ellas acudían Allende, Altamirano,
Aldama, Hidalgo y otros. El Corregidor Don Miguel Domínguez aunque no asistía a las reuniones estaba de acuerdo con el movimiento y en su casa se reunía con Allende para tratar el proyecto. Las reuniones estaban encubiertas bajo el pretexto de Juntas literarias, en las cuales discutían los puntos para llevar acabo el levantamiento.
La Conspiración Descubierta.
La conspiración es descubierta ante varias autoridades por Mariano Galva y el capitán Arias, ante esto Josefa Ortiz de Domínguez envía al alcalde, Ignacio Pérez, para que busque al capitán Allende en San Miguel, al no encontrarlo ahí se dirige junto con Aldama a Dolores. El Levantamiento Al ser informados Hidalgo y Allende de que la conspiración ha sido descubierta discuten su situación y por fin Hidalgo exclama "¡Caballeros, somos perdidos; Aquí no hay más recursos que ir a coger gachupines". Así que en la madrugada del 16 de septiembre Hidalgo se dirigió al patio de la parroquia de Dolores en donde expuso a la gente reunida que llegaba a 3000 el plan que tenían para quitar del poder a los gachupines tras lo cual dio el grito de independencia.
El Grito de Dolores
Del pueblo de Dolores Hidalgo partió hacia Atotonilco donde saco un lienzo de la iglesia con la imagen de la Virgen de Guadalupe, lo puso como estandarte y siguió hacia San Miguel el Grande, Chamacuelo (hoy día Comonfort. En la ciudad de Celaya se asignaron los primeros grados e Hidalgo fue nombrado como "Capitán General" o "Generalísimo de América" y Allende como "Teniente General", continuaron avanzando y llegaron a Salamanca, Irapuato, Silao y finalmente a Guanajuato. A lo largo del avance hasta Guanajuato que duro menos de dos semanas Hidalgo logro juntar a más de veinte mil hombres, ya que en Guanajuato tomo esta ciudad tras vencer a los españoles que se habían fortificado en
la alhóndiga de Granaditas.
Reunió a más hombres y mandó a fundir cañones para dirigirse a Valladolid la cual tomo sin disparar un solo tiro. Escribe el primer bando en el que anula la esclavitud y la paga de tributos para todo tipo de castas. Sale de Valladolid rumbo a la capital y en el camino se le unen Ignacio López Rayón y el cura José María Morelos; Rayón pasa a formar parte de su equipo de colaboradores y Morelos es destinado a dirigir la insurrección en el sur, rumbo a Acapulco.
Conforme los rebeldes avanzaban hacia la ciudad, el pánico era mayor. Venegas organiza una bien provista división, que puso al mando del coronel Torcuato Trujillo, con la orden de atacar y detener el avance de las fuerzas rebeldes. El encuentro se desarrolló el 30 de octubre en el Cerro de las Cruces. Hidalgo y Allende hacen frente a Trujillo venciendo a su ejército completamente. Motivados por su victoria avanzan hasta las cercanías de la ciudad, parando en el pueblo de Cuajimalpa. Hidalgo decide no avanzar hacia la ciudad ya que un poderoso ejército comandado por el brigadier Félix María Calleja venia en auxilio del virrey Venegas y podrían quedar atrapados en la ciudad. El 7 de noviembre es derrotado en Aculco por Calleja a quien intentaban evitar. Hidalgo y Allende se separan, Allende parte a Guanajuato, donde tiene que enfrentarse con el ejército de Calleja, e Hidalgo se dirige hacia Guadalajara donde es recibido con festejos, propone la creación de un Congreso Nacional con representantes de todas las ciudades villas y lugares del reino, utiliza la imprenta para publicar proclamas y bandas, también edita el Despertar Americano, primer periódico insurgente que durará a lo largo de
11 años de guerra. Desarrolla sus medidas de tipo social, como la anulación de la esclavitud, suspensión de tributos, reparto de tierras y garantías individuales (igualdad social, libertad de trabajo y de comercio). Es Hidalgo quizá el único que desde el inicio de la lucha se haya dado cuenta que el movimiento iba más haya de la lucha por el control del poder de la Nueva España y que se transformó en una lucha popular por la libertad de México.
El 17 de enero de 1811 el brigadier Calleja quien ya había recuperado Guanajuato para los realistas, vence al gran ejército insurgente e Hidalgo se ve obligado a partir para el norte con intenciones de pasar a Estados Unidos y conseguir armamento para volver con más fuerza. Es detenido cerca de Monclova en Actita de Bajan por un destacamento realista.
La Muerte de los Caudillos.
Hidalgo conducido a Chihuahua junto con otros líderes insurgentes es tomado prisionero y puesto en juicio. Fue sometido a los más duros
interrogatorios durante tres meses, tras los cuales es sentenciado a muerte. La ejecución se llevó acabo el 30 de junio de 1811 y su cabeza junto con la de Allende, Aldama y Jiménez fue colocada en un ángulo de la Alhóndiga de Granaditas, como advertencia para el resto.
Continua la Lucha.
La Captura de Hidalgo y sus compañeros no detuvo la lucha de independencia ya que quienes habrían de continuar con su tarea ya estaban trabajando en ello antes de la muerte de los primeros jefes. El movimiento no solo no decayó sino que tomo más fuerza y alcanzo sus máximos niveles tanto en lo político como en lo militar.
Después de enterarse de la captura de Hidalgo y Allende, Ignacio López Rayón quien había sido nombrado Jefe del ejército en Saltillo, mientras durase la ausencia de Allende e Hidalgo, decide sacar su pequeño ejército de apenas 1000 hombres antes de que las tropas de Calleja llegaran a Saltillo. Marchan hacia el sur hasta la villa de Zitácuaro, y en ella se instalan para formar su centro de operaciones.
La Junta de Zitácuaro.
En Zitácuaro, el 19 de agosto de 1811, Rayón dirige la Suprema Junta Nacional Americana, a nombre de Fernando VII, la junta estaba formada por un cuerpo colegiado de cinco vocales, en el momento fueron designados tres de ellos: el propio Rayón y sus compañeros de armas, José María Liceaga y José Sixto Berdusco. Apoyándose en los precedentes de la península ibérica y de algunas ciudades sudamericanas, Rayón se proponía con la junta, además de asegurar su posición personal, dar unidad a la causa revolucionaria, cuestionar la legitimidad del gobierno virreinal de la Ciudad de México y fortalecer un instituto que fijara la línea ideológica del movimiento insurgente.
La junta logro ser escuchada en la zona central del país y algunos jefes menores, se le unieron; contó con el aval de Morelos; uso la imprenta para propagar sus ideas en vasta escala; emitió moneda nacional con los emblemas del "águila, nopal, arco, flecha y honda"; envió una comisión a los Estados Unidos para gestionar su reconocimiento, por lo menos en calidad de beligerante; se benefició con los auxilios e informes que le proporcionaba desde la Ciudad de México una organización secreta que se hizo famosa con el nombre de Los Guadalupes, y
elaboró el proyecto de una Constitución Nacional, el cual no pudo ser llevado acabo. La junta no tenía el poder que necesitaba para ser obedecida por la mayoría de los jefes combatientes, necesitaba tener el dominio seguro de una buena parte del país; pero Calleja, al frente de su flamante división, tomó por asalto Zitácuaro, en los primeros días de 1812; impidiendo que los proyectos de la junta se consolidaran. Rayón y la junta no tuvieron otra opción que huir perseguidos por los realistas. Luego, los vocales se separaron, trabajando cada uno en distintas áreas; Rayón en la intendencia de México, Berduzco en la de Michoacán y Liceaga en la de Guanajuato. Cada uno pretendió tener la dirección de la junta, lo que provocó una querella entre los tres fundadores y en la disolución de la junta, hacia el primer semestre de 1813.
Rayón, No solo en aspecto militar tuvo problemas ya que cada derrota hacia que perdiera el prestigio ante el resto de los jefes insurgentes, y otra razón de su perdida de autoridad fue su falta de visión, mientras el movimiento se inclinaba a ser más radical, él se aferraba a la tesis de que la soberanía emanaba del pueblo, pero "residía en la persona de Fernando VII". Para el 1813 esta idea había sido dejada muy atrás, lo que deseaba era la independencia total del país. Solo otro jefe insurgente tenia el prestigio militar y también la comprensión del movimiento como para dirigirlo con la fuerza de Hidalgo, este hombre era Morelos.
Morelos cura de Cuarácuaro de origen mestizo y humilde era un hombre que a base de trabajo desde muy temprana edad había logrado pagar su educación.
Estudio en el Colegio de San Nicolás cuando Hidalgo era rector. Hasta el levantamiento en Dolores, había sido un buen burgués de la época colonial, dedicándose a diversas actividades económicas además de las parroquiales, pero al enterarse del movimiento que dirigía Hidalgo su carácter sufrió una transformación y decidió unirse a la lucha. Alcanzó a Hidalgo en Indaparapeo y siguió con él hasta el Charo donde Hidalgo lo eligió para dirigir la lucha en el sur y tomar el puerto de Acapulco.
Las campañas de Morelos son considerarse las más fructíferas ya que la etapa que él dirigió de la Lucha de independencia puede ser la única en que se tuvo la posibilidad real de derrocar al régimen colonial. Morelos era un militar intuitivo que basaba su estrategia en la geografía del terreno en que se movía. De inmediato sigue la encomienda que le da Hidalgo avanzando sobre las intendencias de Michoacán, México, Puebla, Veracruz y Oaxaca. A diferencia de Hidalgo se niega a dirigir muchedumbres indisciplinadas. Era sumamente cuidadoso para sus
operaciones seleccionando solo a los más aptos, los dotaba de armas (fusiles, machetes y sables), así como un mínimo de instrucción militar.
Escribió unas sencillas y claras reglas para el cuerpo que comandaba. Muchos jefes insurgentes se formaron entre sus tropas como Pablo y Miguel Galeana, Víctor y Nicolás Bravo, Mariana Matamoros, Manuel de Mier y Terán, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y muchos más.
El genio militar con que es aclamado Morelos se justifica en variadas ocasiones. En Mayo de 1812 Calleja con el más grande ejército que logró reunir el gobierno realista, sitió a Morelos en la villa de Cuautla. Calleja convencido de su superioridad promete a Venegas que no podrán salir vivas "ni las ratas". Morelos resistió el sitio y cuando no pudo más burló a Calleja y sacó lo que quedaba de su tropa, tres cuartas partes ya habían caído. Reanudó su campaña sobre Puebla, Veracruz y Oaxaca con más energía, el y sus capitanes demostraron ser
superiores a los militares realistas. En 1813 tomó Acapulco, para esa fecha el territorio que tenia dominado abarcaba desde Michoacán hasta las orillas del reino de Guatemala.
El Congreso Nacional.
Morelos decide hacer un alto en su campaña militar para dedicarse a la construcción política de la nación, asunto que consideraba más importante
que la lucha militar. Morelos fue el jefe insurgente que más desarrolló sus ideas políticas. En los pueblos que dominó quitó las autoridades coloniales y colocó a criollos en los puestos directivos.
Consciente del analfabetismo de pueblo tradució las proclamas de Hidalgo a un lenguaje sencillo y organizó pequeños cabildos donde explicaba al pueblo las causas del movimiento, pregonó la igualdad social y repudió el latifundismo. Al instaurarse la junta de Zitácuaro, Morelos la reconoció pero solo para dar la imagen de un gobierno revolucionario unido ya que estaba en desacuerdo con la ideología de la Junta de una soberanía a medias.
En el mes de noviembre de 1812 Morelos tomó Oaxaca, la cual es un importante centro urbano, con todas las ventajas que ello conlleva, entre ellas la presencia de ideólogos y proyectistas como José Manuel de Herrera y Carlos María de Bustamante quienes dirigieron el periódico Correo Americano del Sur, el cual ayudó a propagar las ideas de la insurgencia.
Después de largas consultas incluso con miembros del grupo de los Guadalupes que le enviaron cartas con sus pensamientos, decidió transformar la Junta Gubernativa en un Congreso Nacional electo hasta donde fuese posible por
el voto de los pueblos. El 14 de septiembre de 1813 Morelos inauguró el Congreso y redacta el texto de "Sentimientos de la Nación". Las sesiones culminaron el 6 de noviembre con la Declaración de Independencia total.
En esta sus autores rompieron completamente con la idea de la dependencia de la corona española, otorgándole la soberanía a la nación, correspondiéndole a esta el hacer las leyes constitucionales.
Para el invierno de 1813 Félix María Calleja como nuevo virrey desató una bien planeada ofensiva contra Morelos. Morelos es derrotado en Valladolid y después en Puruarán, donde cayó prisionero su segundo jefe Matamoros quien fue conducido a la capital provincial para ser fusilado el 3 de febrero 1814. La línea defensiva de las fuerzas de Morelos fue derrotada y cayeron sucesivamente Chilpancingo, Acapulco y Oaxaca. Las fuerzas de Morelos acabaron dividiéndose en pequeñas guerrillas sin coordinación. Aun así los congresistas lograron redactar el Decreto Constitucional en Apatzingan el 22 de Octubre de 1814. Morelos sin darse por vencido siguió protegiendo al congreso y animándolo a
continuar.
Muerte de Morelos.
Calleja con gran resentimiento a Morelos por lo acontecido en Cuautla decidió dar un espectáculo a los habitantes de la ciudad exhibiendo a Morelos, quien fue juzgado por la Inquisición y un tribunal militar. Se le sentenció a muerte pero temieron que la ejecución en la capital diera lugar a un alboroto popular, Calleja decidió que fuese fusilado fuera de ella y sin publicidad, de esta forma el 22 de diciembre de 1815 en San Cristóbal Ecatepec fue segada la vida del más grande caudillo de la independencia.
José María Morelos
(José María Morelos y Pavón; Valladolid, actual Morelia, 1765 - San Cristóbal Ecatepec, 1815) Religioso, político y militar mexicano, caudillo de la independencia de México. Asumió el liderazgo del movimiento independentista tras la muerte en 1811 del cura Hidalgo (a cuya causa se había unido en 1810) y logró importantes victorias en el sur. Trató además de dar forma política a sus ideales de justicia e igualdad a través del Congreso de Chilpancingo (1813), que formuló la declaración de independencia, otorgó a Morelos un amplio poder ejecutivo y puso las bases para una Constitución liberal y democrática que sería aprobada en 1814.
José María Morelos era hijo de Manuel Morelos, carpintero de ascendencia india y de Juana María Pérez Pavón, criolla, cuyo padre había sido maestro de escuela en la ciudad. Durante catorce años, además de las primeras letras que le enseñó su madre, sólo se sabe que ayudó en lo que pudo para el sostenimiento de la familia.
José María Morelos
La muerte del padre en 1779 significó un importante cambio. Confiado a la custodia de su tío Felipe Morelos, se trasladó a una hacienda cerca de Apatzingán (Michoacán) y se dedicó primero a la labranza y, poco después, a conducir como arriero una recua de mulas que su tío empleaba para transportar los ricos cargamentos de mercancías entre el puerto de Acapulco, terminal de los galeones de Manila, y la ciudad de México. Esta actividad le proporcionó unos ingresos regular, que el joven Morelos invertía en comprar mulas y sostener a su madre y hermana.
Así vivió hasta cumplir los 25 años; en 1790, ante la insistencia de su madre, que deseaba su ingreso en la carrera eclesiástica con la ilusión de que accediese a una capellanía o beneficio dejado por su bisabuelo materno, se separó de su tío Felipe y regresó a Valladolid para ingresar en el colegio de San Nicolás. Allí tuvo ocasión de conocer al rector Miguel Hidalgo y Costilla, con el que coincidió durante dos años. Estudió gramática y latín y dos años más tarde amplió estos estudios en el Seminario Tridentino de la misma ciudad, recibiendo instrucción en retórica y filosofía. El 28 de abril de 1795 recibió el título de bachiller de artes en la ciudad de México.
Josefa Ortiz de Domínguez
(Valladolid, hoy Morelia, México, 1768 - Ciudad de México, 1829) Patriota mexicana y heroína de la independencia de México, conocida también por el apodo de la Corregidora de Querétaro.
Nacida en el seno de una familia de españoles de clase media, Josefa Ortiz de Domínguez fue bautizada el 16 de septiembre de 1768 con los nombres de María de la Natividad Josefa. Su padre, Juan José Ortiz, fue capitán del regimiento de los morados y murió en acción de guerra, cuando ésta contaba con pocos años de edad. Tras la muerte de su madre, María Manuela Girón, se hizo cargo de su educación su hermana María, la cual solicitó su ingreso en el Colegio de San Ignacio de Loyola.
Durante los años que permaneció en el colegio aprendió a leer, escribir y nociones básicas de matemáticas, además de lo que se consideraba en la época que debía aprender una señorita de su clase social, de este modo aprendió a bordar, coser y cocinar.
Josefa Ortiz de Domínguez
En el año 1791 contrajo matrimonio con el Miguel Domínguez, el cual en aquellos años trabajó en la secretaria de la Real Hacienda y en la oficialía del virreinato de Nueva España. Gracias a sus buenas relaciones con el virrey Félix Berenguer de Marquina, Miguel Domínguez, fue nombrado Corregidor de Querétaro en el año 1802. Durante estos primeros años de matrimonio, Josefa por su parte se hizo cargo de las labores domesticas y de la crianza y educación de los dos hijos de su esposo, puesto que Miguel era viudo cuando contrajeron matrimonio. Todo parece indicar que la pareja fue feliz y durante los años que permanecieron casados tuvieron doce hijos.
Además de estas labores domésticas, Josefa Ortiz de Domínguez se mostró muy identificada con los problemas de la clase social de los criollos, a la cual pertenecía por ser descendiente de españoles; ya que a pesar de las reformas realizadas tras la llegada de los Borbones a España (1700), se perpetuó la tradición de que fueran españoles, nacidos en la península, los que ocuparan los altos cargos de la administración virreinal y del ejército, relegando así a los criollos a los puestos secundarios.
Josefa defendió sus intereses de clase y también se hizo eco de las reivindicaciones de indios mexicanos, los cuales vivían en condiciones lamentables. Por este motivo durante toda su vida, intentó que se reconocieran los derechos de los indígenas y además aprovechó su posición, como mujer del corregidor, para llevar a cabo numerosas obras de caridad.
En 1808 se produjo la invasión napoleónica de España, la cual tuvo como consecuencia el inicio de la guerra de la Independencia y la formación de las juntas de gobierno, ante la ausencia de Fernando VII. Las noticias llegadas de España en 1808 parece que iniciaron el movimiento independentista de México, ya que tras las primeras muestras de apoyo al rey comenzó a fraguarse en algunas mentes la idea de separarse totalmente de España.
Tras un intento fallido del virrey para formar una junta de gobierno independiente se produjeron las primeras conspiraciones destinadas a acabar con el orden establecido. Miguel Domínguez, como corregidor, apoyó al virrey en su decisión de formar una Junta de gobierno, pero ante la imposibilidad de llevar estos planes a la práctica, se hizo partidario de los ideales independentistas, parece que a instancias de su mujer, que se convirtió en una firme colaboradora del movimiento.
Así, tras los primeros momentos de confusión, cada vez se hizo más claro para muchos, la necesidad de construir en México un Estado en el que imperaran los valores democráticos. Esto influyó notablemente en el matrimonio Domínguez, que abrió su casa a unas hipotéticas reuniones literarias, aunque en realidad se mantenían reuniones de carácter político, con posterioridad en ellas se tomarían decisiones para iniciar el movimiento revolucionario en la zona, bautizado tiempo después como la conspiración de Querétaro.
A estas reuniones políticas en casa de los corregidores, acudieron algunos de los más famosos revolucionarios de los primeros momentos de la independencia mexicana, como es el caso de los capitanes Arias, Aldama e Ignacio Allende, el cual parece que fue pretendiente de una de las hijas de Josefa.
El 13 de septiembre de 1810 se informó al juez eclesiástico Rafael Gil de León, que se estaba preparando una conspiración en Querétaro para proclamar la independencia de México, puesto que se estaban almacenando armas en las casas de los simpatizantes del movimiento revolucionario. Rápidamente dicho juez informó al corregidor Domínguez para que interviniera en el asunto.
Ignacio Allende
Ignacio Allende
(Ignacio María de Allende y Unzaga; San Miguel el Grande, actual San Miguel de Allende, Guanajuato, 1769 - Chihuahua, 1811) Militar independentista mexicano, uno de los más destacados protagonistas de la primera fase de la insurrección que conduciría a la independencia de México. Tras una serie de victorias y derrotas, debidas en parte estas últimas a las carencias estratégicas de Miguel Hidalgo, asumió el mando de las huestes insurgentes cuando la sublevación ya había sido prácticamente aplastada.
Ignacio Allende
Ignacio Allende era un criollo de buena familia, diestro en las artes de la caballería y de carácter fuerte. En 1795 ingresó por vocación en el ejército, donde recibió una sólida formación y obtuvo el grado de capitán en 1797. En el cantón de Jalapa, Ignacio Allende conoció a otros criollos con los que compartió sus ideales políticos de descontento contra el Gobierno español. A finales de 1809 el Gobierno virreinal descubrió una gran conspiración en Valladolid (hoy Morelia) e intentó desmantelar el movimiento independentista, pero Allende estableció contacto con una ramificación importante en Querétaro, en la casa del corregidor Miguel Domínguez y su esposa,Josefa Ortiz.
Por uno de los participantes, el oficial Joaquín Arias, la conspiración fue descubierta. Ignacio Allende fue avisado oportunamente y pudo advertir a otro conspirador, el cura de Dolores Miguel Hidalgo y Costilla, que decidió adelantar la rebelión. En la madrugada del 15 al 16 de septiembre de 1810 se convocó a todo el pueblo a toque de campana para tomar las armas. Un gran contingente de criollos e indígenas marcharon hacia San Miguel, y en Atotonilco el cura Hidalgo adoptó el estandarte con la Virgen de Guadalupe como insignia.
El 28 de septiembre tomaron Guanajuato, defendido por el intendente realista Antonio Riaño. En Guanajuato los insurgentes, incontrolables, asaltaron ferozmente la alhóndiga de Granaditas y asesinaron sin piedad a los españoles junto con sus familias. Ello causó que Hidalgo y Allende se enemistaran entre sí. En la ciudad de Valladolid, tomada el 17 de octubre, se les unieron más rebeldes, que se enfrentaron con éxito al ejército realista en el Monte de las Cruces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario